Algo…

Unas palabras, unas notas, un sonido, una sensación, una persona, un beso, una caricia… No importa qué, no importa cuándo, no importa el cómo o el por qué pero en el momento adecuado, ese «algo» puede cambiar nuestras vidas y convertirse en nuestra mayor inspiración, en nuestra mayor felicidad. Simplemente magia…

No importa el tiempo…

cumpleaños

Han pasado semanas, meses, desde la última vez que nos vimos cara a cara. Compartimos un café, unas palabras, risas… Hoy es tu cumpleaños y, lo que iba a ser una simple y cariñosa felicitación por el Facebook se convirtió en un loco diálogo, de esos con los que tanto disfrutamos y nos hacen saltar las lágrimas por las risas.

Una conversación que solo nosotras podemos entender y disfrutar. Que apenas sabemos cómo empiezan y, mucho menos, cómo van a acabar.

Han pasado semanas, meses, desde la última vez que nos vimos y sin embargo, es como se hubiese sido ayer.

Feliz cumpleaños mi loquita y que sean muchos más… como si hubiese sido ayer.

Donde sea que hoy estés – Mónica Molina

Es temprano. El cielo está despejado, pero hace fresco.

Camino por la orilla de la playa viendo el batir de las olas, oyendo la hermosa música que producen en su ir y venir. Atrás quedan mis huellas, algunas ya borradas… Otras por borrar.

Lo que no he logrado borrar son tus palabras, tus besos, tus caricias… Se quedaron grabados en mi mente, en mis labios, en mi cuerpo.

Recuerdo las risas, las interminables horas hablando de todo y de nada, los silencios cómodos que llenábamos con nuestras miradas…

Tantas y tantas cosas, impidiéndome olvidar… Impidiéndome olvidarte.

Y en este eterno recordar me resigno a mi soledad, acompañada por los recuerdos y la música de las olas del mar.

Sueños…

Sueño...

photo credit: Gaellery via photopin cc

 

Anoche volvió a pasar… Volví a soñar contigo.

¿No entiendo por qué? ¿Por qué mi cerebro insiste en atormentarme? ¿Por qué no me deja olvidarte?

De un sueño a otro pasa tanto tiempo que logro creer que lo he conseguido, que por fin soy libre. Pero es entonces que aprovechas, cuando más confiada estoy, para aparecerte y mostrarme la realidad. Que sigues aquí… Que sigues en mí…

Lo que más daño me hace es saber que todo es falso, que ese no eres realmente tú, sino el hombre que imaginé que eras. El hombre del que realmente me enamoré.

Si lo inventé yo o lo inventaste tú, no importa. Lo verdaderamente importante es que no existe, salvo en mi mente… de donde no logro sacarlo.

Ya ha pasado por ahora. Por el momento solo queda seguir adelante hasta la próxima. Hasta el siguiente retazo de falsa realidad.

La fiesta…

photo credit: Yann!s via photopin cc

photo credit: Yann!s via photopin cc

Aquí estamos, en un gran salón, rodeados de gente. Ruido de conversaciones y risas, música, copas chocando por los brindis. Y de repente, nos miramos y todo desaparece. Ya solo estamos tu y yo.

Mi mirada va de tus ojos a tus labios, dejo que reflejen lo mucho que deseo besarte, lamerte, morderte…

Captas el mensaje. Das una respiración profunda, bebes un trago de tu copa y apartas tu mirada de la mía. Intentas calmarte pero el deseo crece en ti.

Vuelves a mirarme, esta vez son tus ojos los que me recorren. De mis ojos, a mis labios y siguen bajando hasta perderse en el escote de mi vestido. Y vuelta a empezar. Una y otra vez. Hasta que ya no puedes más.

Me tomas por la cintura y me acercas a ti. Bajas la cabeza, tus labios rozan mi oreja y me susurras… «Vamos a casa«.

Tres palabras. Tan escuetas, simples, cotidianas… Y, sin embargo, llenas de promesas, de deseo, de pasión, de ti, de mi…

Reencuentros…

IMAGEN CORTESÍA DE GREYERBABY DE PIXABAY.COM

 

Hoy, por fin, después de poco más de un año nos hemos vuelto a ver.

Creo que nunca, desde que nos conocemos, habíamos estado tanto tiempo sin vernos. Sin embargo, no importó porque para nosotras es como si nos hubiésemos visto ayer. Como si hubiésemos dejado una conversación en espera durante un minuto para retomarla como si nunca hubiera sido interrumpida.

Nos faltó una tercera parte aunque siempre estuvo presente en nuestros pensamientos y en nuestra conversación. La próxima vez no faltará nadie. Porque habrá próxima vez. Y seremos inmensamente felices por esa reunión. Y hablaremos de los recuerdos del pasado, de los sueños del futuro y del presente. Ese presente que nos junta una vez más. Y reirémos y reirémos, porque nos encanta reir. Sobre todo cuando estamos juntas.

No importa la distancia o el tiempo; las vidas ajetreadas que llevemos; los distintos caminos que tomemos. Siempre seremos amigas. Siempre estaremos en nuestras vidas, para lo bueno y para lo malo. Risas y llantos. Porque cuando la amistad es de verdad, cuando el cariño es sincero, las vueltas de la vida no pueden separarnos.

Así que, buen viaje amiga querida y recuerda, esto es un punto y aparte, no un punto y final.

Llamada…

Old phoneSuena el teléfono… Eres tú.

Mi corazón da un vuelco; mi estómago se revuelve.

En mi mente surge una duda… ¿descuelgo?

Finalmente decido no hacerlo…

Sé que es infantil, pero es lo mejor para mí.

Tu voz en mis oídos es como un canto de sirena.

Soy en tus manos una marioneta.

El teléfono deja de sonar pero vuelves a llamar…

Debo ser fuerte; cortar por lo sano.

Tarde o temprano lo entenderás y, entonces, el teléfono dejará de sonar…