Unas palabras, unas notas, un sonido, una sensación, una persona, un beso, una caricia… No importa qué, no importa cuándo, no importa el cómo o el por qué pero en el momento adecuado, ese «algo» puede cambiar nuestras vidas y convertirse en nuestra mayor inspiración, en nuestra mayor felicidad. Simplemente magia…
Continúo con el Reto de Lectura 2015. En esta ocasión, el libro que debí leer en el colegio pero no lo hice.
Es primavera y tarde de viernes. Cati, dieciocho años, universitaria, se dispone a gozar de la noche con tres amigos: concierto de Springsteen en el Palau Sant Jordi y fiesta en una casa particular. Anochece. En el Gregorio Marañón, unos padres esperan que alguien done un corazón con el que salvar la vida de su hija. Medianoche. Por Barcelona circula un recién divorciado que pretende liberarse de su rabia conduciendo como un loco. Y al amanecer, el gozo, la rabia y la espera se encuentran en una encrucijada del camino…
Una novela urbana que narra vivencias y emociones muy características de los jóvenes de hoy.
«Jordi Sierra i Fabra (Barcelona, 1947) es un escritor español. Tiene una extensa obra que en 2012 alcanzó los 420 libros publicados. Sus obras de literatura infantil y juvenil se han publicado en España y en América Latina. Ha obtenido multitud de premios por su obra a ambos lados del Atlántico. Muchas de sus novelas han sido llevadas al teatro, a la televisión y recientemente se ha llevado una novela suya a la pantalla; «Un poco de abril, algo de mayo, todo septiembre» fue adaptada con el nombre «Por un puñado de besos» y se estrenó el 24 de mayo de 2014.» (Fuente: Wikipedia)
«Malas tierras» es una novela juvenil de corte dramático que cuenta tres historias inconexas al principio y que acaban relacionadas a través de un trágico acontecimiento.
La historia está narrada en tercera persona de manera impersonal, casi fría (o al menos esa es mi sensación) sin introducirse en la historia. El narrador se limita a exponer los hechos y presentar los personajes.
El lenguaje es informal y sencillo, con descripciones claras y precisas y diálogos cortos. Todo esto contribuye a que la lectura sea fácil, dinámica y amena. Características que, a mi parecer, son clave en la literatura juvenil y que a veces echo de menos en la literatura general.
El libro se divide en tres partes (El concierto, La noche y El alba) y dentro de cada una nos encontramos los capítulos señalados alfabética o numéricamente, dependiendo del personaje en que se centre el capítulo.
Creo que el prólogo es una parte importante porque el autor consigue plantear la temática del libro y enganchar desde el primer momento (o, al menos, esto es lo que me pasó a mi).
Aunque la mayor parte del libro trata sobre Cati, Toni y Cristo, la forma en que está escrita la historia ha hecho que no pueda olvidarme de esa pequeña que necesita el trasplante de corazón y del sufrimiento de sus padres porque pueden ser las últimas horas de su pobre hija.
Conclusión:
Es una pena que no me leyese el libro en su momento, estoy segura que me hubiese marcado de manera distinta pero, a día de hoy, he de decir que me ha parecido una lectura muy positiva.
Es temprano. El cielo está despejado, pero hace fresco.
Camino por la orilla de la playa viendo el batir de las olas, oyendo la hermosa música que producen en su ir y venir. Atrás quedan mis huellas, algunas ya borradas… Otras por borrar.
Lo que no he logrado borrar son tus palabras, tus besos, tus caricias… Se quedaron grabados en mi mente, en mis labios, en mi cuerpo.
Recuerdo las risas, las interminables horas hablando de todo y de nada, los silencios cómodos que llenábamos con nuestras miradas…
Tantas y tantas cosas, impidiéndome olvidar… Impidiéndome olvidarte.
Y en este eterno recordar me resigno a mi soledad, acompañada por los recuerdos y la música de las olas del mar.
No solo hoy, todos los días del año.
Porque la hermosura está en los sentimientos, no en las palabras.
Lo que el viento me dejó... 